Con los años se adquieren hábitos alimentarios basados en una alimentación incoherente con nuestra fisiología basada en productos comestibles (ultraprocesados, harinas…) y no alimentos. A todo esto puede unirse falta de actividad, disbiosis intestinal, deficiencias nutricionales, etc, lo cual hace que nuestro cuerpo se adapte a esta situación mediante la acumulación excesiva de grasa corporal.
Por todo ello, te prepararé un plan en el que volverás a activar la verdadera alimentación del ser humano, aquella que te llena de energía y te aleja de la dependencia a la comida, te disminuye la ansiedad y el deseo voraz e irracional hacia productos insanos, con objetivos claros, empoderándote a ti y a tu entorno en la toma de decisiones y sin dietas restrictivas crónicas que desgastan tu salud. Enseñaremos a tu cuerpo a utilizar tu grasa como fuente de energía.