La presión en nuestras arterias debe tener unos valores promedio por debajo de 14 y 10.

Aunque es una enfermedad silenciosa y normalmente asintomática, valores superiores aumentan el riesgo de forma considerable de padecer enfermedades cardiovasculares, disminuyendo la esperanza de vida.

La buena noticia es que los valores de tensión arterial pueden disminuirse de forma considerable con la puesta en marcha de un patrón alimentario concreto y con el cambio de algunos hábitos.